Por: Lic. Martha C. Bravo Rojas
El Tequila, producto emblemático de México, es reconocido mundialmente por su calidad y sabor distintivo. Sin embargo, más allá de sus atributos sensoriales, el Tequila también cuenta con una protección legal muy particular, siendo reconocido como una Denominación de Origen (DO) por la ley mexicana y tratados internacionales.
La Denominación de Origen del Tequila cumple 50 años de haber sido establecida, marcando un hito en la historia de la protección de productos regionales en México. Esta designación implica que solo el Tequila producido en ciertas regiones geográficas de México, principalmente en los estados de Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Michoacán, y Tamaulipas, puede llevar el nombre de Tequila.
Dentro de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial define como DO al producto vinculado a una zona geográfica de la cual éste es originario, siempre y cuando su calidad, características o reputación se deban exclusiva o esencialmente al origen geográfico de las materias primas, los procesos de producción, así como los factores naturales y culturales que inciden en el mismo.
La protección legal del Tequila como Denominación de Origen abarca diversos aspectos. En primer lugar, establece los requisitos específicos que deben cumplir los productores para poder etiquetar sus productos como Tequila. Estos requisitos incluyen el uso exclusivo de la planta de agave azul (Agave tequilana Weber), así como ciertas prácticas de producción y envejecimiento.
Fuera de que, como mexicanos nos relacionen con esta bebida ancestral, el contar internacionalmente con el reconocimiento de la DO ha protegido al producto contra el uso indebido o la falsificación. Esto significa que cualquier producto que se comercialice como Tequila debe cumplir con los estándares establecidos por el Consejo Regulador del Tequila (CRT), la autoridad encargada de velar por el cumplimiento de las normas de la DO (la cual cumple 30 años desde su creación).
Tener un producto con este nivel de calidad y reconocimiento ha ayudado a que más de 90 mil familias tengan empleos directos e indirectos, desarrollando la economía de las comunidades, generando exportaciones que alcanzan un valor aproximado de USD$4,190,000,000.00, según datos de la Sader. Siendo que el 80% del volumen de exportaciones se envía a Estado Unidos, sin embargo, en los últimos años países como España, Canadá y Japón han aumentado sus compras de Tequila. En conclusión, la Denominación de Origen del Tequila no solo salvaguarda la calidad y autenticidad de este icónico licor mexicano, sino que también preserva y promueve la rica herencia cultural y tradicional de México. Además, cabe destacar su relevancia económica, ya que la protección legal del Tequila como Denominación de Origen contribuye significativamente al desarrollo económico de las regiones productoras y al comercio internacional, generando empleo y fomentando el turismo en las zonas de producción. A través de esta protección legal, el Tequila se convierte en un emblema de la excelencia y la identidad nacional, fortaleciendo su posición como uno de los productos más apreciados y reconocidos a nivel mundial.